El Divorcio y las Finanzas
Si está pensando seriamente en divorciarse se recomienda que comience a pensar sobre todas sus metas financieras posteriores al divorcio, incluso las relacionadas con la jubilación, los gastos de universidad, la reducción de deudas, etc.
Recopile y repase todo el papeleo relacionado con todos los bienes y/o deudas que se han adquirido durante el matrimonio. Si ya está en medio de un proceso de divorcio, tenga presente que resolver amigablemente los desacuerdos podría significarle un ahorro de dinero significado en gastos de abogado y judiciales.
El divorcio puede ser un proceso complicado y difícil en el que frecuentemente se pasan por alto los detalles. Proteger su salud financiera durante este proceso es crucial y nadie debe pasar por él sin el respaldo de un abogado de confianza experto en divorcios. De igual importancia es conocer las leyes relacionadas con los divorcios y el impacto que éstas pueden tener en sus bienes y activos.
La división de los bienes
Durante el matrimonio pueden existir dos tipos de regímenes de bienes: el deSeparación de Patrimonio, por el cual los cónyuges antes de celebrarse el matrimonio acuerdan mantener su patrimonio propio y la independencia de los bienes que adquieran a futuro, y el de Sociedad de Gananciales, por el cual se hacen comunes todas los bienes o ganancias obtenidos por los cónyuges durante el matrimonio.
En el primer caso no habrá problema de división de bienes pues cada quien mantiene lo suyo. Sin embargo en la Sociedad de Gananciales la situación es diferente pues existen reglas para proceder a su separación.
De manera general diremos que el régimen de Sociedad de Gananciales está conformado a su vez por bienes propios, que son los que aporta cada cónyuge al iniciarse el matrimonio y los que adquiera en forma gratuita durante el matrimonio (Ej. herencia, donación, indemnización, etc.) , y los bienes sociales (comunes) que son los adquiridos dentro del matrimonio en forma no gratuita (Ej. casas, terrenos, vehículos, joyas, acciones de empresas, etc.) .
Uno de los efectos del divorcio es el fin de la Sociedad de Gananciales.
Si se trata de un divorcio por causal dentro del juicio deberá realizarse un inventario de todos los bienes, tanto los bienes propios como los sociales. En el inventario deberán detallarse todos los bienes que los cónyuges hayan adquirido antes y durante la vigencia del matrimonio, sea de forma onerosa o gratuita (donaciones, herencias). En dicho inventario, no se deberá incluir el menaje ordinario del hogar.
Luego de haberse realizado el inventario respectivo, se pagan las deudas y cargas originadas durante el matrimonio a favor de la sociedad conyugal, cumplido con el pago, se procede a reintegrar a cada cónyuge los bienes propios que quedaren.
Al final, los bienes remanentes, llamados gananciales, se dividen por mitad entre ambos cónyuges o, de ser el caso, a sus respectivos herederos.
Si se trata de un divorcio por mutuo acuerdo las partes deciden la forma cómo se repartirán los bienes y las deudas, pudiendo seguir las reglas establecidas para los casos de divorcio sin acuerdo o no. Nada impide que en un divorcio por mutuo acuerdo una de los cónyuges renuncie a todo o parte de la porción que le corresponde a favor del otro cónyuge o de sus hijos o que asuma todo o parte de las deudas.
En los casos del divorcio rápido (divorcio por mutuo acuerdo ante el Municipio o Notaria), la ley exige como requisito que antes de solicitarse el divorcio los cónyuges hayan realizado la división de sus bienes (separación de sus patrimonios), es por esto que se recomienda siempre la asesoria de un abogado.