Las Finanzas y el Divorcio
Aparte del dolor emocional, el divorcio causa estragos financieros en ambas partes, especialmente al que gana menos.
«El problema más grande para quien se acaba de divorciar es que tener que valerse por sí mismo», dice Helen Stephens, planificadora financiera certificada de Karsten Tax & Financial Management en Fort Worth.
«Tienen grandes dificultades para vivir con un presupuesto, especialmente si no estaban trabajando».
Stephens y otros expertos afirman que el golpe financiero del divorcio casi siempre es más fuerte para la esposa, que usualmente es la que gana menos o la que tuvo que quedarse en la casa para cuidar a los niños.
«La pensión alimenticia apenas alcanza», dice: Pero el divorcio también afecta las finanzas de los hombres.
«Los hombres no se dan cuenta de cuánto trabajo gratis les hace su mujer, así que a la mera hora no están preparados», advierte Janet Brumley, abogada de lo familiar para Verner & Brumley P.C. en Dallas. Por ejemplo, el cuidado de los niños, cocinar, quehaceres domésticos y recoger los niños de la escuela.
«Esas son las cosas en las que los papás no piensan y que afectarán sus finanzas», dijo Brumley.
Los expertos afirman que reconstruir una vida financiera después del divorcio requiere acciones concretas.
Definir un presupuesto
«Elabore un presupuesto realista basado en la vida que le espera, no en la que acaba de vivir», dice Todd Amacher, analista financiero certificado de divorcio y planficador financiero certificado de Robertson, Griege & Thoele Financial Advisors en Dallas.
«Viva con lo que tiene. Es más probable que sus recursos disminuyan después de divorciarse». Tener un presupuesto en qué basarse le ayudará a aplacar sus nervios.
«Vienen a verme después de divorciarse y están como pasmados», dice Stephens. «Tenemos que analizar todo el panorama. ¿Qué tiene? ¿Qué debe? Todo empieza con un presupuesto mensual». Elimine sus gastos variables; abóquese a sus necesidades, no a sus deseos; cree un fondo de emergencia y no asuma más deudas.
No se apegue a la casa
Este es uno de los problemas financieros más grandes que surgen después del divorcio, y puede empeorar sus finanzas aún más. «En muchos casos uno de los cónyuges, casi siempre la mujer, mentiene un vínculo emocional con la casa marital», dice Amacher. «Aunque dedicarse a la casa puede dar una satisfacción emocional, puede ser financieramente devastador». Muchas veces las mujeres quieren quedarse en la misma casa por sus hijos, dice Brumley.
«Parecen creer que para los niños es importante tener cierto tipo de casa, el mismo tipo de muebles, el mismo tipo de todo», dice. «A los niños no les importa qué refrigerador tiene. No les importa si en las ventanas hay cortinas caras. Lo que les importa es estar con sus padres. Ellos lo que quieren es estar en un lugar seguro». Tener una casa grande implica pagar más impuesto predial, más servicios y seguros, agrega Brumley.
«Este es el error más grande que las mujeres cometen después de divorciarse». Pero ese no fue el caso de Gail Hartin. Cuando la trabajadora social de 65 años se divorció en 1997, vendió la casa que tenía con su esposo y compró una propia. «Fue muy difícil dejar atrás los recuerdos, pero era una casa más grande de la que necesitaba», dice Hartin, quien a partir del 16 de septiembre impartirá junto con Stephens un curso sobre las dificultades financieras que enfrentan las mujeres divorciadas y viudas en la Texas Christian University.
«No quería quedarme con esa casa porque se necesita trabajo y dinero mantener una piscina. Quería empezar de nuevo, en algún lugar que fuera mío». El frágil mercado de vivienda ha obligado a muchas parejas en proceso de divorcio y a sus asesores financieros a idear «soluciones creativas a problemas de división de propiedades», según el Instituto de Analistas Financieros de Divorcio. «Algunas parejas se están quedando en cuartos o pisos separados porque la casa no se ha vendido o nadie la quiere comprar al precio que ellos creen que vale», dice Amacher.
Sepa lo que tiene
Hartin, quien se hacía cargo de las finanzas de su matrimonio, dice que es crucial que ambos cónyuges conozcan los detalles de sus finanzas. «Tienen que saber dónde están sus finanzas, quién las tiene, cuánta deuda tienen, cuánto dinero tienen», agrega. «¿Tienen acciones y bonos? ¿Quiénes son los agentes que manejan sus cosas?».
Contrate al abogado indicado
«Haga preguntas; proteja los bienes que aún tiene», dice Amacher.
No se apresure
Nuestro consejo sería no tomar ninguna decisión que incremente sus responsabilidades o riesgos financieros un año después del divorcio porque la angustia del divorcio a veces ofusca la razón a corto plazo.
