Demanda de divorcio por infidelidad
Las probabilidades de éxito en un proceso están marcadas por una serie de circunstancias y condiciones; sin embargo, muchas de ellas se objetivan en el acto procesal que inicia la acción como derecho a recurrir a la jurisdicción para obtener un fallo respecto a un conflicto de intereses; esto es, la demanda.
A su vez, la demanda, como documento fundamental en la que se detallan los argumentos que justifican el petitorio, debe contener la totalidad de medios probatorios que puedan general la certeza judicial en el juez e influir en una declaración consentida de la demanda.
El artículo 333° del Código Civil señala en su primer inciso como una de las causales que se pueden invocar en una demanda por la que se peticione el divorcio; al adulterio. Queda configurada esta causal cuando cualquiera de los cónyuges ha mantenido relaciones sexuales con una tercera persona, situación que no se puede equiparar a besos, caricias o abrazos que uno de los cónyuges pueda expresar hacia persona distinta a su pareja matrimonial.
Las pruebas para una demanda de divorcio por adulterio
Es justamente, la dificultad de conseguir pruebas que demuestren dicho supuesto, lo que produce que ésta sea una de las causales menos invocadas en los proceso de divorcio. La búsqueda de pruebas que sustenten la demanda a partir de esta causal puede estar vinculada al prestación de servicios de un detective, u actividades análogas.
El derecho a demandar el divorcio por esta causal queda sin efecto luego de cinco años de haber ocurrido el hecho; además de que no puede ser invocado por el cónyuge adúltero.
Para determinar si su caso configura la causal de adulterio si no ha caducado su derecho y cuenta con las pruebas necesarias se recomienda solicitar la asesoría de una abogado especialista en derecho de familia a efecto de que con su guía se determine si el caso es viable legalmente, sus efectos jurídicos, la causal de divorcio más conveniente y las pruebas que necesita a efecto de garantizar el éxito de su demanda.